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viernes, 25 de junio de 2010

Siguen en cartel...











"El animador"
de Buso, Braier, Jakob.

Sábados 20,30hs en Veravera Teatro.
Vera 108. Reservas al 4854 3655





Tres mujeres. El marido. Un amante
de Pablo González Casella

Sábados 21hs en El Vitral.
Rodríguez Peña 344.
Reservas al 4371 0948


"Bésame mucho" de Javier Daulte

Domingos 19hs en UNI Teatro. Guardia Vieja 3360
Reservas al 4867 6746 o 4902 5369

lunes, 14 de junio de 2010

Festejá el Día del Padre, invitando al tuyo a ver buen teatro





Empezá el fin de semana disfrutando de esta original comedia

"El animador"

Sábados 20,30hs. VERAVERA teatro.
Vera 108. Reservas al 4854 3655






Otra opción:
Sábado 21hs, una comedia dramática muy interesante sobre las parejas


"TRIMÁRITAS. Tres mujeres. El marido. Un amante"

Escrita y dirigida por Pablo González Casella.


Teatro El Vitral. Reservas al 4371 0948



Y el domingo a las 19hs, en su día... besálo mucho y llevalo a divertirse con la segunda temporada de esta genial comedia de Daulte









martes, 1 de junio de 2010

Nota en Clarín a William Prociuk, uno de los directores de "Bésame mucho"

CLARIN - Espectáculos
Martes 1 de junio.
William Prociuk
01/06/10 - 01:13
“Soy muy curioso, inquieto”. A los 33 años, el actor que debutó en teatro infantil ya escribió dos obras. Actualmene dirige, ensaya, actúa y se prepara para rodar una película.

Para la familia Prociuk, el teatro era algo inaccesible. “Inexistente”, refuerza William. O, mejor, Willy. “Como ir a comer afuera, o al cine, por falta de tiempo o plata, el teatro era algo que quedaba para los demás”, explica. De ahí que no sorprende que confiese que su sueño de infancia y adolescencia conectaba con el fútbol de Primera.
“Me fui a probar a un par de lugares, pero mientras participaba en un programa que se llamaba ‘Lanus 2000’, cuando vi cómo jugaban el Caño Ibagaza y Walter Coyette, me di cuenta de que no iba a llegar. Apareció la noche en mi vida, y encaré para ese lado”, resume.
Tiempo final de secundario en Lanús, una carrera de publicista que sostenía con trabajos en “barras de boliches”, y varios amigos “actores desde chicos (...) Sin embargo -reconoce-, nunca viré para ese lado, hasta que lo fui a ver actuar a Ezequiel Rodríguez y empecé a darme cuenta de que me gustaba”. Una entrevista con Ana Pechman le abrió la puerta a un entrenamiento actoral. La atravesó, y ahí nomás lo esperaba un casting. Lo superó, y “de repente, sin más recorrido que ése, estaba haciendo teatro infantil”.
“El debut fue un momento mágico. Segundos antes de entrar en escena pensaba que la emoción no me dejaría hablar, y pasó lo contrario. ‘Es esto’, me dije. Había descubierto lo que quería hacer”, cuenta Willy, tres lustros después.
Entonces, todo quedó de lado. “Empecé a tomar clase, primero con Soledad Pechman, después con Daniel Marcove, enseguida con Julio Chávez. Las cosas pasaban mientras todo el mundo me decía que tenía que trabajar de algo”, recuerda entre risas.
“Mi viejo era inspector de calidad en Volkswagen. Después, su situación acompañó la debacle del país. Las fábricas fueron cerrando, y sus condiciones de trabajo fueron bajando en todo sentido, pero él siguió laburando toda la vida”, relata Prociuk. Y, de pronto, el hijo de ese hombre, que toda su vida se había levantado a las cuatro de la mañana para ir a trabajar, llegaba de sus clases pasada la medianoche, se dormía a eso de las cinco, y no abría los ojos hasta las dos de la tarde. “Lo que me convertía en un vago”, explica, y agrega: “Cuando pasa eso, la culpa te come.”Pero la vagancia dio resultado. “Cuando preparaba Bésame mucho, Javier Daulte me llamó para hacer la asistencia de dirección, estrenamos, y nos fuimos a Francia. O sea -concluye- que era un vago que, además, se iba a París. Era todo muy loco.”
Sin embargo, admite Prociuk que la familia del “vago”, como su pareja, Valeria -”pura paciencia”-, siempre estuvo ahí. En la insistencia para que siguiera estudiando. En la presencia en cada estreno. “En lo que haga, están mi vieja y mis hermanos”, dice. Y comenta: “Yo creo que el espectáculo con el que entendieron cuán profesional era lo que estaba haciendo fue cuando estrenamos Nunca fuiste tan adorable, al ver que estaba ahí, en el escenario, con actores que admiraba, como Carlos Portaluppi, Mirtha Busnelli, Luciano Cáceres.”
Asistente de dirección, actor. Faltaba más. “Siempre me propongo, si no tengo trabajo, producirlo. Así que, pensando en que se venía un año tranquilo, empecé a escribir Biónica, con la experiencia de haber trabajado con Javier, pero sin idea de cómo montar una obra desde cero”, confiesa. Pero arriesgó y salió airoso.A tal punto que a su primera obra le siguió Mágica, que el fin de semana bajó de cartel, a sala llena y con promesa de reestreno. “Yo soy actor. Y soy muy curioso, inquieto. Y aunque de ahí a ser considerado dramaturgo me parece que hay una gran distancia, me hago cargo del lugar que ocupo”, reflexiona Prociuk, quien ya trabaja en su tercera obra. “Pero lo que no puedo dejar de preguntarme, al hablar de ‘dramaturgia’, es si no le estaré faltando el respeto a toda esa gente que escribe desde siempre y que leyó tanto.”Con Biónica y Mágica, Prociuk se asumió director. Y como cuando se probó el traje de actor, una cosa llevó a la otra. Cuenta: “Un grupo de actores le pidió los derechos de Bésame mucho a Daulte, y él les sugirió a Federico Buso y a mí para dirgirla. Aceptaron, y acordamos una dirección compartida.”
La propuesta lo puso ante el desafío de trabajar con actores a los que no conocía en una obra ajena. Y, una vez más, la fórmula resultó. “Al actor hay que dejarlo ser. Yo no llamo a un actor para que resuelva algo. Eso, todos podemos hacerlo, con nuestras herramientas. Yo los llamo para que arriesguen”, plantea.
Al fin de cuentas, de eso parece que se trata la cuestión. De arriesgar y de ir por más. Palabra de Prociuk: “Hoy me toca, además de dirigir, estar ensayando Vestuarios, con Javier, los lunes y martes, actuar de miércoles a domingos en el Teatro San Martín, en Los sueños de Cohanaco, mientras sigo con Bésame y me preparo para rodar La verdadera historia, con Gustavo Corrado. Es una demencia. Siempre me pregunto por qué elijo estar en un lugar en el que todo el mundo te pide claridad cuando ya no la podés tener. Pero la respuesta está al alcance de la mano: Lo hago porque me gusta muchísimo”

Por Eduardo Slusarczuk - Clarín

Información -“Los sueños de Cohanaco” va de miércoles a domingo, a las 20, en la Cunill Cabanellas, del San Martín. “Bésame mucho”, los domingos, a las 19, en Uni Teatro, Guardia Vieja 3360.